El auto encargo se origina a través del manejo de la materialidad de la luz, esta se transforma como elemento estructural de la obra arquitectónica, es decir, se transfigura por medio de la distribución de sus partes corpóreas. La luz es un elemento abstracto que logra materializarse en el proyecto gracias a su continuidad y precisión. A través de la luz natural somos capaces de percibir los colores, las texturas, los reflejos, etc.; por su parte esta materialidad se caracteriza por una producción de sorpresas dentro del espacio visual. Por lo tanto, el juego de la luz en estas oficinas interactua con el usuario, dando así una determinada forma concebida en su volumen final. La luz es la única capaz de tensar el espacio para el hombre. (1) Con esto, la obra sobra un significado y adquiere una sensualidad espacial de la propensión excesiva a los sentidos sensoriales, su continuidad hace que el individuo interactue con ella permitiendo ser parte de la obra arquitectónica.
Arquitectos: Wolfgang Schoenbeck, Cristián Salinas
Categoría: Oficinas
Año: 2012
(1) Campo Baeza, Alberto. En: Idea, luz y gravedad, bien temperados. Sobre las bases de la arquitectura. Editorial A Aspan SL. Madrid. España. 2000.
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